Cinco datos que un amante cervecero debe conocer

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A propósito de la llegada de las fiestas de fin de año, celebraciones en las que la cerveza no puede faltar, Miguel Diazgranados, maestro cervecero de Bavaria, explica datos fundamentales que un verdadero amante de la cerveza debe conocer.

1. Ingredientes: el agua es la materia prima más importante, cerca del 90% de una cerveza es agua. En la producción también se utiliza la cebada malteada, el lúpulo, la levadura y los adjuntos cerveceros. Estos últimos son los insumos que utilizan algunos estilos de cerveza para aportar características particulares al líquido.

2. Tipos y variedades de cerveza: las cervezas se clasifican en dos principales tipos: Lager y Ale. Las tipo Lager son fermentadas a bajas temperaturas (10°-15° C) y las cervezas tipo Ale son fermentadas a temperaturas entre los 15 y 25° C. Estas diferencias aportan características especiales a cada estilo, teniendo un espectro muy amplio de colores, sabores y aromas dentro de cada uno. En general las Ale suelen tener más cuerpo y son más aromáticas que las Lager, pero no es una regla estricta.

Dentro de estos dos grandes tipos existen estilos. Por ejemplo, las cervezas rubias, rojas o negras, que pueden ser tipo Ale o Lager, dependiendo del tipo de malta usada. Puede haber estilos con diferentes sabores, aromas o concentración de alcohol.

3. La espuma: equivocadamente existe el imaginario de que una cerveza bien servida es aquella que tiene poca espuma, pero la verdad es que la espuma da muestra de la frescura y buena calidad de una cerveza. Por medio de ella, se liberan los aromas propios del producto y se protege al líquido del contacto con el aire, lo que evita su rápida oxidación y pérdida del gas.

4. Maridaje: la cerveza siempre será la mejor compañía para cualquier ocasión, ya sea una cena, un asado o una tarde agradable frente al mar. Para cada uno de los momentos existe una cerveza ideal, en el caso de las comidas, esta combinación es llamada maridaje. Por ejemplo, la cerveza rubia es la más versátil, es recomendada para acompañar pastas, ensaladas, pollo o carnes con niveles bajos o medios de condimentación y grasa; la cerveza roja es ideal para acompañar carnes rojas, quesos maduros, platos fritos y en general comidas con un niveles medio/alto de grasa; entre tanto, la cerveza negra es el maridaje perfecto para postres o carnes ahumadas.

5. Orígenes: se trata de un producto milenario… La cerveza fue descubierta por accidente en el año 8.000 a.c., como un efecto de la fermentación de la cebada al estar en contacto con agua y la levadura presente en el ambiente. En esa época, este efecto era considerado un acto divino que los dioses le habían dado a la humanidad. Esa bebida se mantuvo prácticamente intacta sin que las personas entendieran completamente su proceso de elaboración. Fue hasta aproximadamente el año 4000 a.c., cuando los sumerios, y posteriormente los egipcios, entendieron cómo se producía la cerveza y así lograron controlar la elaboración. En ese entonces la cerveza era utilizada con fines medicinales, como ofrenda a los dioses y hasta como medio de pago para obtener otros productos. Solo hasta la Edad Media se empezó a producir la cerveza similar a como hoy se elabora; particularmente, por la aparición del lúpulo como uno de los ingredientes principales y con el fin de poder conservarla por más tiempo.

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