El grano es humedecido en tanques especiales. Se controla la cantidad de aire, temperatura y tiempo hasta alcanzar la humectación adecuada. 
El almidón del grano inicia un proceso de transformación bioquímica. El grano es mezclado constantemente y la humedad y temperatura son controladas mediante la recirculación de aire. 
La malta es smoetida a un calentamiento con aire para disminuir su humedad. Aire a altas temperaturas se ponen en contacto con la malta para terminar el proceso de tostación y generar el aroma y sabor característico del grano. 
Por último se limpia la malta que se almacena en los silos.